lunes, 19 de agosto de 2019


PRISIÓN



A veces uno elige estar en una prisión; la falta de amor propio, la ilusión perdida o la deseada quimera te aferran a aquello que no te permite ser libre, ser tú mismo, sin cadenas ni ataduras.



No es el caso de mi Teo, él ocupa la prisión porque sabe como salir de ella. Como buen felino, adora el placer de acomodarse en un espacio pequeño -y si es en forma de caja, mil veces mejor- para observar el mundo, que es "su" propiedad. 

En su mirada, postura y actitud se refleja cuán importante y amado se sabe. "Sus" humanos lo proveen y procuran y él se da el lujo de elegir cuándo recibir tantas atenciones.

Dicen que el amor del gato es egoísta, pero en realidad nos enseña sobre la importancia de ser libre, de confiar en quien nos ama, pero sobre todo, que cuando alguien se ama a sí mismo, el amor del prójimo se da por añadidura. (yo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario